Agenda universitaria de género

Rosa Esther Beltrán Enríquez

La agenda de género que ha comenzado a funcionar en la Universidad Autónoma de Coahuila es una estrategia institucional que tiene como propósito facilitar la integración de la perspectiva y la transversalidad de género en los programas del trabajo académico y cultural de la universidad, planteándose temporalmente objetivos y acciones en función de los avances.

En el Plan de Desarrollo Institucional (PDI), el Rector Mario Alberto Ochoa Rivera presentó un conjunto de propuestas que denotan el propósito de promover permanentemente la cultura de la equidad de género en la universidad ya que explícitamente se señala el reconocimiento de una incorporación intensa de las mujeres al mercado laboral, lo que conlleva la urgencia de promover continuamente la equidad como política institucional.


A fin de operacionalizar estos objetivos, el Rector ha establecido -entre sus prioridades- impulsar la equidad de género mediante un programa permanente de sensibilización que en su primera etapa comprende talleres, foros, diálogos de intercambio y difusión en línea, entre otros renglones.

Este periodo permitirá analizar y valorar la situación actual de la perspectiva de género y la transversalidad en las relaciones interuniversitarias y promoverlas desde el aula, en la docencia y la investigación universitaria.

Es común que en las relaciones sociales cotidianas la discriminación hacia las mujeres pase desapercibida. Se ve como algo normal que en la familia se considere prioritario que los varones cursen estudios universitarios, porque ellos serán los “responsables” de la familia; en cambio, las mujeres se casarán y se dedicarán a criar y educar a los hijos y al trabajo en el hogar, aunque esto cada vez es menos cierto.

Por eso, muchas mujeres de clase media o baja siguen una carrera universitaria y dicen: “mientras me caso”. En el fondo de esa afirmación está la convicción de que la mujer nació para casarse y tener hijos, y está incompleta si eso no sucede.

Concebir es un hecho biológico que sólo la mujer está dotada para lograrlo, por su sexo, pero todo lo que acompaña a la maternidad como fenómeno social es una cuestión de género; una construcción social e histórica, una relación social que puede cambiar, porque no es algo natural sino aprendido. Esto -que es tan obvio-está profundamente interiorizado en la conciencia, las conductas y las relaciones sociales; se transmiten de generación en generación, y aceptar que los hombres también pueden hacerse cargo del cuidado de las y los niños y del hogar es algo todavía muy rechazado socialmente, porque lo que se espera del hombre es que sea el proveedor, el fuerte, racional e insensible. Estas son las características que la sociedad asocia al “ser hombre”; es lo que conocemos como estereotipos de género, que en muchos casos engendran discriminación contra las mujeres.

Por ello, la agenda de género pretende consolidar procesos multiplicadores de la perspectiva de género en el ámbito institucional y social, a través de la realización de diversas actividades de sensibilización, investigación, formación de recursos humanos, extensión académica y difusión de los estudios de género, dentro y fuera de la UA de C e institucionalizar políticas de equidad de género, de investigación y formación, y transversalizar el currículo desde la perspectiva de género.

Aunque nuestra Constitución (Art. 4ª) establece la igualdad entre mujeres y hombres, ésta no se da automáticamente, porque en la sociedad las relaciones son desiguales y ésta se reproduce en las instituciones. De ahí la necesidad de desarrollar una visión sobre las relaciones mujeres/hombres con una perspectiva de género que distinga el origen cultural de los problemas que surgen de ellas y plantear alternativas para su resolución.

Es por esto que la Agenda Universitaria de Género -que se institucionaliza en la presente administración en la UA de C.- será un detonante para sustentar las prioridades establecidas en tal sentido, por lo que adquiere un carácter urgente.